Recuperación de animal de poder
Desde una cosmovisión chamánica todas las cosas del universo tienen un espíritu. Cada persona tiene un animal particular como forma de medicina personal. Son espíritus protectores que ayudan tanto en la vida cotidiana como a un nivel espiritual. Reforzando la armonía y el poder personal.
El animal de poder es el espíritu guía más importante. Existe un animal de poder principal y varios animales de poder que asisten en diversos temas. Es un espíritu que entrega protección y conocimiento. La principal tarea del animal de poder es mantener a la persona sana, física, mental, emocional y espiritualmente. Aporta energía y protege.
¿Por qué es necesario un animal de poder?
Para el chamanismo todos nacemos con un compañero espiritual en forma de animal de poder. En nuestra cultura occidental actual podemos perder a nuestro animal de poder simplemente por el olvido del mismo. Esta pérdida puede volvernos más vulnerables, hacer que tengamos menos herramientas frente a las agresiones externas.
La recuperación del animal de poder nos aporta una herramienta muy eficaz para trabajar con nuestro poder personal. Puede hacernos más resistentes a pequeñas enfermedades, nos protege de intrusiones externas y sirve de apoyo en situaciones difíciles.
¿Cómo trabajamos con el animal de poder?
Podemos corporalizar el animal de poder (meterse dentro del animal de poder) para obtener protección. Cuando el animal entra en tí puede aportarte energía, empoderamiento y conocimiento.
¿Cuáles son los síntomas de la falta del animal de poder?
Podemos experimentar falta de fuerza o de poder, falta de éxito en la vida, o mostrar continuamente síntomas de enfermedades leves como migrañas, catarros, etc.
Duración:La duración de la sesión es de aproximadamente una hora. Dicha duración puede variar dependiendo de las circunstancias de cada sesión. Características de una sesión:Al igual que en una sesión de recuperación de alma es el chamán el que realiza un viaje para encontrar el animal de poder y reintegrarlo en la persona. El consultante no debe hacer nada, solamente estar abierto a esta recuperación. |